La herencia es la opción mayoritariamente elegida por los españoles para transferir los bienes una vez fallecido. Sin embargo, existe una alternativa que merece la pena tener en cuenta: la donación en vida.

Aunque para esta fórmula también existen impuestos, puede haber determinadas situaciones en las que resulte más ventajoso que hacer testamento.
Desde Elena López Rodríguez, bufete de abogados de herencias en Fuenlabrada expertos en sucesiones e impuestos, hacemos un pequeño resumen de lo que implica cada caso para que tengas una visión más clara al respecto.

Donación en vida

La donación en vida es una cesión gratuita de los bienes de una parte a otra. Si se trata de cantidades en efectivo, deben tributar al impuesto de donaciones; si son bienes que generen beneficios, debe declararse en IRPF correspondiente; y si se trata de inmuebles, están sujetos al impuesto que determine la comunidad autónoma que corresponda.

Impuestos a pagar en una donación:

• Impuesto de Sucesiones y Donaciones, que se liquida en la comunidad autónoma donde se encuentre el inmueble.

• Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). 

• Plusvalía municipal: debe asumir el pago el beneficiario de la donación.

Testamento

El testamento es el acto jurídico por el cual una persona estipula quiénes serán los beneficiarios de sus bienes una vez haya fallecido. A diferencia de la donación en vida, en este caso hay que respetar los derechos y las cuotas mínimas de los herederos forzosos.

El impuesto a pagar viene fijado por cada comunidad autónoma en la que resida el fallecido. En líneas generales es la opción más rentable, aunque depende de cada caso, pues con las mismas cantidades a heredar existen grandes diferencias de una región a otra.

Impuestos a pagar en una herencia:

• Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Se liquida en la región en la que residía el fallecido.

• Plusvalía municipal: los herederos deben abonar este impuesto. 

¿Hacer testamento o donación en vida?

Hacer testamento o donar en vida pueden parecer lo mismo, sin embargo tienen una clara diferencia, más allá de que para disfrutar los bienes haya que esperar o no a que el titular fallezca. La clave, como hemos visto, está en la fiscalidad. Por ejemplo, para los grandes patrimonios, la donación en vida permite fraccionar los pagos para disfrutar de un gravamen inferior en el impuesto de sucesiones, algo que en la herencia no es posible. Si tienes alguna duda, lo mejor es consultar con profesionales como nuestro bufete de abogados de herencias en Fuenlabrada expertos en sucesiones e impuestos.